Tras completar los talleres de Fundación Patio Vivo, el establecimiento inició los recreos entretenidos con ejercicios de relajación y juegos a través de la pantalla. ¿El objetivo? generar un espacio de risa y contención emocional, para mejorar el estado anímico y disposición de los estudiantes antes de sus clases.

Desde hace algunas semanas, los estudiantes de Prekinder, Primero y Segundo Básico del Colegio Padre Esteban Gumucio inician sus clases con una intervención de 5 a 10 minutos que ha logrado aumentar sus niveles de alegría, concentración y ánimo para aprender.

Se trata de “Recreo en Casa”, un programa de Fundación Patio Vivo en que se enseñan nuevas habilidades a los asistentes de educación de los establecimientos, para facilitar el espacio lúdico en el contexto de la pandemia.

Durante estas intervenciones, que intentan emular de alguna forma el espacio de relajo y juego del patio escolar, se trabaja con el cuerpo, la voz y elementos domésticos sencillos, como calcetines u hojas de papel. Los juegos van desde escribir con el cuerpo hasta acompañar canciones con coreografías.

“Los niños lo pasaron muy bien: rieron, jugaron e hicieron ejercicios de relajación. El impacto de esto es que ha incrementado la asistencia, y se entrega un espacio de contención importante e inmediata a los estudiantes”, asegura Carolina Silva, directora del establecimiento.

De acuerdo a Fundación Patio Vivo, el juego es una actividad esencial para el desarrollo físico, socioemocional y cognitivo de los estudiantes, que no sólo entrega un necesario espacio de diversión y relajo, sino también aumenta la predisposición a aprender y mejora la concentración, entre muchos otros beneficios.

Los recreos virtuales continuarán desarrollándose con los alumnos del primer ciclo básico, por ahora en base a actividades de movimiento.