Estudiantes de primer año de enseñanza básica participaron en la tradicional Ceremonia de Ingreso a la Biblioteca, esta vez de forma virtual. Gracias a un tremendo trabajo colaborativo y un importante apoyo de las familias, se han aplicado diversas estrategias para apoyar este importante proceso, con foco en mantener la motivación de los alumnos por aprender a leer, a pesar de la suspensión de clases presenciales.
Con emotivas y creativas Ceremonias de Ingreso a la Biblioteca vía zoom, los colegios CEAS reconocieron a sus niños y niñas lectores (as) junto a sus padres, apoderados, profesores y funcionarios, con el objetivo de mantener el ritual de iniciación lectora que se realiza de manera presencial cada año en nuestros establecimientos.
Los pequeños alumnos participan de este hito cuando son capaces de leer 23 palabras por minuto, un avance clave en su aprendizaje, que este año se ha visto dificultado por la suspensión de clases presenciales. A medida que avanza el tiempo, se van sumando más palabras en la medición, que se realiza mediante el Dominio Lector.
Para mantener la tradición y motivarlos a continuar su camino al mundo lector, todos los colegios de la Corporación realizaron la ceremonia por videoconferencia, donde los niños y niñas leyeron extracto de un cuento. Además de recibir reconocimientos por este gran logro.
“A esta ceremonia se invita a todo el curso, lectores y no lectores, para motivar también a los que aún no se gradúan. Considerando que lograr este aprendizaje en las circunstancias actuales ha sido una tarea titánica, estamos muy contentos de que los niños muestren avances y, sobre todo, motivación por aprender”, relata la profesora de Lenguaje del Liceo Bicentenario Nuestra Señora de Guadalupe, Priscila Valenzuela.
Los docentes se han enfocado en mantener la motivación, el estímulo y el vínculo con los estudiantes, clave para este proceso, siempre considerando el contexto particular en que se encuentra cada alumno. “Hay niños más tímidos, otros que no tienen conexión a internet. Por eso hemos enviado material, videos explicativos, cápsulas, o llamamos por teléfono. Siempre estamos pensando cómo motivar, no solo a los alumnos, sino a las familias para que los puedan apoyar en el proceso”, finaliza la docente.
Estrategias de apoyo al proceso lector
El proceso lector no ha sido fácil de llevar adelante sin clases presenciales, explican Paola Ruiz, Coordinadora Pedagógica del Colegio Victoria Prieto y actualmente integrante del comité de primero básico CEAS, y Evelyn Villalobos, directora del Colegio Santo Tomás de La Pintana. Por ello, nuestros colegios han ideado diversas estrategias para facilitar el aprendizaje y acompañar a sus estudiantes vía remota.
Paola explica que apoyados en el tradicional método Matte, los profesores envían a los alumnos cápsulas grabadas, cada vez que se pasa una nueva letra. Esto se potencia con tutorías, con las que se monitorea de forma sistemática la lectura en niños por grupo y de forma personalizada. Incluso se incorpora un fonoaudiólogo al seguimiento.
“La tutoría nos permite mantener un alto nivel de empatía con la familia, porque conocemos el caso a caso de cada niño. La comunicación con la familia, además, es muy fluida, hay constante comunicación por WhastApp y en reuniones de apoderado se da énfasis al proceso lector y se guía a los padres para que apoyen desde casa”, asegura Paola Ruiz.
Otra actividad de refuerzo es el Taller de Lectura que se realiza en el Colegio Santo Tomás. Esta es una actividad semanal voluntaria en que un miembro de la comunidad promueve a través de actividades lúdicas el gusto por leer, en un ambiente de confianza.
“Luego de la primera toma de dominio lector, donde sólo 3 de nuestros 39 estudiantes lograron la meta de 23 palabras por minutos, iniciamos un plan de reforzamiento que ha ido dando importantes resultados. A solo dos semanas de trabajo colaborativo 12 estudiantes pasaron la meta. Proyectamos que en un par de semanas más tendremos 50% o más de estudiantes sobre las 23 palabras por minuto”, explica Evelyn Villalobos, directora del establecimiento.
La meta de la Corporación es llegar a fin de año con el 100% de los estudiantes de primero básico leyendo, para lo cual se incorporaron diversas instancias no solo con los escolares, sino también con las familias. “La motivación de los padres y apoderados es esencial para acompañar este proceso”, finaliza la directora.