Me saco el sombrero por Nataly Hidalgo, profesora de ciencias del Liceo Bicentenario Nuestra Señora de Guadalupe, por su pasión por la docencia y el cuidado del medioambiente.
Nombre: Nataly Lisette Hidalgo Carrillo
Cumpleaños: 18 de noviembre 1991
Cargo: Docente de ciencias y biología
Apodo: No tengo
Música favorita: pop
Película favorita: todas las de Marvel
Hobbie: manualidades
Comida favorita: arroz con pollo
Nataly Hidalgo llegó a Santiago desde Concepción para acompañar a su hermana durante un mes, pero se quedó de forma definitiva cuando le ofrecieron sorpresivamente el puesto de profesora de ciencias en el Liceo Bicentenario Nuestra Señora de Guadalupe.
Así, desde 2017, Nataly se ha dedicado con gran pasión a enseñar ciencias y biología a los estudiantes del establecimiento de La Granja, impulsando además talleres de medioambiente.
“Me encanta hacer talleres medioambientales, me gusta que los chicos descubran cosas. Los niños son super curiosos, uno va descubriendo también cosas nuevas a través de ellos, aportan nuevas ideas, y uno se va perfeccionando”, relata.
Esta vocación por enseñar, cuenta, proviene de su experiencia con sus propios profesores del colegio, los cuales trabajaban con gran dedicación, la valoraban y decían que podía alcanzar cualquier meta que se propusiera.
Catequista desde los 15 años, hoy Nataly es parte de la pastoral del colegio, trabajando como animadora de prejuvenil, lugar desde el que promueve valores como respeto, vocación social y medioambiental.
“Siento que pastoral forma a los niños de otra manera, los hace ver la realidad desde el amor, desde el cariño, aterriza lo que los niños y niñas necesitan”, explica sobre la misión evangelizadora que caracteriza al establecimiento.
Además, la docente participa activamente en su Comunidad de Aprendizaje CAP, donde rescata la oportunidad de compartir conocimiento y aprender de otros profesores de ciencias.
“Me encanta este colegio, fue mi sueño cumplido, siento que acá hay una comunidad donde todos se respetan, socializan con los niños con gran respeto, los niños son cariñosos y muy alegres. Me gusta respetarlos, escucharlos, y ellos actúan de la misma manera conmigo, es algo recíproco”, finaliza.