Convivencia escolar: cómo construimos un colegio seguro y acogedor

Con el desafío de potenciar la buena convivencia dentro de la comunidad educativa tras dos años de clases online o híbridas, nuestros 11 establecimientos han tomado diversas acciones para ayudar a los niños, niñas y adolescentes a reiniciar su vida escolar en presencialidad.  

Una serie de medidas, acciones y programas para mejorar la convivencia escolar es lo que se está implementando en los colegios de la Corporación, con miras a cerrar la brecha, no solo pedagógica, sino también socioemocional que afecta a los estudiantes,  tras dos años de pandemia. 

Esto, en el marco de uno de los focos de nuestra Corporación este año: seguir construyendo un colegio seguro y acogedor, donde haya diálogo, respeto y una sana convivencia. 

“Nos hemos enfrentado a importantes desafíos en cuanto a convivencia escolar, en que cada comunidad ha tenido que ir abordando de manera integral las problemáticas que han ido surgiendo. Estamos absolutamente comprometidos con esta tarea apoyando a través de programas y diversas estrategias según la necesidad que tenga cada colegio”, explicó Maureen Biehl, directora de formación de CEAS.

Entre las acciones implementadas por los colegios destaca el trabajo en rutinas escolares que está implementando el Colegio Padre Esteban Gumucio, cuyo objetivo es mejorar la normalización del aula, que genere un clima positivo propicio para el aprendizaje. Estas rutinas nacen de los profesores y profesoras, quienes hacen una bajada concreta a los estudiantes mediante un análisis del propósito de las rutinas y un espacio intencionado para practicarlas. Esto va acompañado de una campaña visual que incluye carteles que permiten recordar y cumplir las rutinas, para, por ejemplo, lograr que bajen el volumen y guarden silencio, mediante la solicitud de “volumen de cero” una vez que ingresan a la sala de clases y cada vez que requieren concentración.

“Necesitamos una convivencia escolar positiva para que se puedan generar los aprendizajes. Por ello entendemos que cada acción que se toma para mejorar las interacciones dentro de la comunidad aporta al desarrollo integral de los estudiantes, a generar un clima positivo y a propiciar las condiciones necesarias para estudiar y aprender. Ambas cosas van en paralelo y se complementan una con la otra”, explicó Tamara Echiburú, directora del colegio.

En tanto, el Liceo Bicentenario Nuestra Señora de Guadalupe realizó una jornada de reflexión con alumnos de 1o básico a 4to medio, para dialogar en torno a diferentes problemas de convivencia – como violencia verbal, física y ciberbullying – y cómo los testigos de estas situaciones pueden actuar para reducir el daño a la persona objeto de esta violencia. Asimismo, cada estudiante debió hacer un compromiso para mejorar el clima dentro de su colegio.

“Los estudiantes son personas con capacidad de reflexionar respecto a sus actos, por lo que al invitarlos a conversar sobre este tema, exponer sus ideas, nos entregan muchas pistas de sus dificultades para vincularse con otros. Entendemos que una de las causas de la convivencia escolar, a nivel nacional,  son las distintas problemáticas que viven nuestras familias en sus barrios y entornos, pero la comunidad en su conjunto debe hacer un esfuerzo para abordar la situación de convivencia escolar; la alianza liceo-familia es fundamental”, destacó Héctor Rojo, director del establecimiento. 

A estas acciones se suma el trabajo en conjunto con organizaciones externas especializadas en temas de resolución de conflictos, recreos guiados, liderazgo positivo en estudiantes, bullying, mindfulness entre otros.